AGRADECIENDO el camino

Mirando el mar desde el terrado de casa, doy gracias a la sagrada Vida ,

presente, hoy, emocionada, con el pecho abierto a los vientos.

Tanto como gracias  doy a mi pequeña , particular y bastante compleja vida,

(no debí leer la letra pequeña del contrato álmico, porque silosénovengo, je je…)

Doy gracias a la Madre Tierra que me/nos sostiene y nutre incondicionalmente.

Doy gracias al Padre Sol que alumbra y alumbró mis momentos más oscuros.

Doy gracias al Espíritu de las montañas que me vieron nacer, a todas las otras montañas que he caminado,

y a todas las aves que me ayudaron a verme «desde arriba», esa observadora interna crecida en el camino y en el meditar quieto o en movimiento.

Doy gracias a las aguas… a los ríos impetuosos, desbordados o calmos, a los ruidosos torrentes,

por simplemente fluir, seguir, caer, bajar a la tierra, secarse y volver,

cantar su canto  como mi propio canto regresa a mi voz.

Doy gracias al profundo e  impresionante Espíritu de las mareas de  mares y océanos conocidos,

que acunaron mis penas más profundas, mis enfados irritados  y mis genuinos anhelos, regalando horizonte a mi mirada.

Doy gracias a la lluvia y las tormentas por despertarme y humedecer mi tierra seca,

por despeinar y descontrolar las locuras… hasta convertirlas en pura cura.

Gracias al hermoso e hipnótico abuelo Fuego por su calor y por quemar todo lo que se ha de transmutar. Infinito agradecimiento, abuelito!

Al Aire por acariciar mi piel con dulzura, tanto como por golpear los pesadísimos pensares  cuando fue (y es) necesario ventilar la mente inquieta cual mico saltarín…

Doy gracias a la piedras,  conchas y plantas con que la Madre Naturaleza me regala, y a las dos gatas, Dolsa, Tula, que se dejan acompañar acompañando tanto, sin aspavientos, simples, tan ellas, tan maestras de pura vida. Tal cual.

Doy gracias por cada herida abierta, vivida, puteada, llorada, atravesada y sanada,

por hacerme descubrir a cada paso o  tropiezo quiénes soy…  hasta saber quién Soy en verdad.

Doy gracias por cada mirada a los ojos del alma, por cada masaje, cada caricia, cada abrazo, cada beso,… intercambiados con amor, cariño, respeto, confort,

con pasión y compasión de las buenas, ellas nutrieron mi cuerpo, su frío y mi sed de piel. Tanta sed acumulada de tantos tiempos de frío por falta del  esencial contacto para la satisfacción.

Doy gracias a los tiempos de soledad oscura en que pude gestar la lentíiiiisima metamorfosis, por lento, desesperante  y hasta delirante que se hiciera el proceso. Tremendo… Insoportable en ciertos  tramos… Esa noche oscura del alma transitada, perseverantemente como yo misma soy, hasta alcanzar la Luz Yo Soy que me habita, unida a Todo, aun escondida bajo tan múltiples, bellos u oscuros ropajes, esos disfraces del ego egocéntrico.

Doy gracias a cada abandono, ausencia o desarmonía, míos y/o externos, que me remitieron inexorablemente a mí, al único espacio certero de experiencia  y Esencia sin filtro ni mentira, cuando supe abrirme al dolor de la existencia. Y trascenderlo. Hasta en los desencuentros más viscerales y dolientes, en las  emociones contenidas o desbordadas, inmensas maestras…

Doy gracias a mi  alma paciente, alma mía, viajera de paisajes de todo color, forma, intensidad  y densidad,

bendita ella, luminosa,  que no me dejó nunca, ni a sol ni a sombra, aún sin yo sentirla bien, olvidada de mí,

incluso  encarcelada, atenazada  en lo más feo de mis más lúgubres pensamientos.

E incluso parasitada, paralizada… para que yo oudiera encontrar el  regreso a casa, a ella, mi mejor amiga y compañera, mi bello puente al Ser,  a la Fuente de Todo.

Doy gracias a mi Espíritu indomable que alentó  estas energías acuariana y virginiana que me mueven desde adentro,

hasta en los tramos del camino en que más esclavizada andaba, tan compleja y torpemente por  tantos tiempos…

Doy gracias de todo corazón a la energía crística de Amor incondicional que me/nos habita,

manando Vida, Paz y Verdad. Dignidad para los días de ruidos, sonidos  y silencios.

Doy gracias por los aprendizajes en experiencias lúcidas, lúdicas, dolientes y tenebrosas. Todas.

Con todas ellas forjé mi camina y, mi Ser interno se hizo más fuerte, a cada paso. Fueran estos gustosos o tortuosos.

Doy gracias a mi cuerpo, a este cuerpo que soy encarnada, por ser fuerte, sensible  y leal a mi camino,

gracias a mí misma por cuidarlo como mejor pude o supe, como mejor puedo y sé.

Y por ser honesta conmigo hasta en el autoengaño… (aunque suene raro yo sé lo que me digo, herman@)

Doy gracias a cada parón obligado por las sendas de los exagerados  altibajos…

dando vida a cada paso a la mujer sabia y la chamana interna que pujaba por parirse y renacerse por entre los descosidos de desconocidos mundos sutiles, efervescentes, evanescentes o densos de más… ese caminar entre mundos.

Doy gracias a terapeutas, chamanes y referentes que supieron estar a la altura del dolor, el anhelo  y la neura acumulados.

Gracias inmensas a los amores y desamores por tanto aprendizaje desde la intimidad, gozosa o doliente. Fueron los más cercanos espejos y  crisoles de vida.

Gracias infinitas a tod@s l@s amig@s-herman@s de corazón, que me hicieron y hacen tanto bien,

a l@s que me sostuvieron cuando yo no sabía, o no podía, o no quería…

Doy gracias inmensas a todos los bellos y benditos seres  perdidos de sí -como yo misma-,

almas que confiaron y/o confían, que me y se permiten ser acompañados por mí

en su camino de liberación de las cadenas y limitaciones  arrastradas en sus vidas;

sin ell@s una de mis tareas esenciales nunca sería cumplida.

Por ello y simplemente por Ser, tan agradecida, hermosas almas viajeras!!

Gracias a mamá y papá por traerme como supuestamente contratamos, yo no me acuerdo…

a esta compleja matrix  en descomposición hacia un planeta más brillante y humano,

por cuidarme como mejor y peor supieron, por darme libertad de explorarme y explorar el mundo «lejos de casa»,

ya nacida «lonxe da terriña» por sus propias almas inquietas de nuevas tierras,

Y  redescubrirme tomando lo nutridor, desechando lo que no…  tomar y habitar mi propio hogar interno,

Larguísima tarea para acabar puliendo mi temeroso, ansioso y negador ego 6 contrafóbico,

hacia mayor Esencia-Presencia. Ahoooo!!

Doy gracias a mis dos herman@s por compartir infancia,  ese tiempo de crecer y aprender la vida juntos, cercanos,

y por compartir retazos de infancia y adolescencia de nuestr@s hij@s, acompañándolos en tribu a ratos.

Y por seguir ahí a su extraña manera para mí. Extraña yo para ell@s…

Doy gracias infinitas a mi hijo, Simón, estimadísimo, que se nutrió de mi sangre y luces, que padeció mis locuras, miedos y faltas,

gracias infinitas por haberme entregado el inmenso regalo de ser madre en esta vida gracias a  su preciosa vida.

Gracias también a su padre por hacer de verdad de padre tras las resistencias iniciales, ese dolor pasado, y a pesar de todas las necedades mutuas.  Juntos co-creamos lo mejor de nuestras vidas: una nueva vida tan amada; eso vale todas las penas y desencuentros com-partidos.

Y gracias a sus dos herman@s que decidieron irse no nacidos, sabias almitas ell@s… Greta y Samuel.

Doy gracias a tod@s nuestr@s ancestr@s, que nos precedieron con sus sinsabores, dolores, trabajos y alegrías,

hasta desembocar en nosotr@s, sus descendientes directos, arrastrando la tarea de «sanar el árbol», perdonar y continuar.

Doy gracias, muy especiales, a mis dos amados guías, mamá y Gran Sol, por Ser, por estar, por guiar con total respeto a mi Ser;

al reino angélico por acompañar silencioso  en los tramos más dulces y en los más difíciles también, cápsulas de bendición.

doy también gracias a mi animal de poder principal, la Leona, que se me mostró  taaanto tiempo atrás,…

y al Colibrí, la Mariposa, la Serpiente, la Osa, las dulces Abejas, el Ave Fénix y el Guacamayo rojo.

Finalmente, doy gracias  a Dios, al Plan Divino en acción en la Tierra para recuperar el paraíso que Es y a todos los Seres que lo co-creamos día a día silenciosamente, con entrega la flujo de la Vida y con santa Fe… sin miedo, con la valentía de enfrentar nuestros miedos más humanos ante lo incompresible.

Y gracias gigantes porque puedo dar las gracias.

Inlack’esh… a todas las almas cercanas y lejanas, permanentes en mis tiempos o pasajeras.

Así Es, con Paz,L uz y Amor, aquí, ahora…  Aho!!!

~ Beatriz del Sol ~

Jueves, 13 mayo 2021

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