Masaje Chamánico
Masaje Chamánico
«La oración del hombre medicina»
“¡Escúchame, sueño mío!
Lo que dijiste debe hacerse, debe ser el camino.
Dijiste que esto sanaría a los enfermos.
Ayúdame ahora. No me mientas.
Ayúdame a sanar al enfermo”.
– Pies negros, en BIERHOST, The sacred Path –
Fui evolucionando en confiar en la antigua sabiduría de mis manos y todas las medicinas internas que fui re-COR-dando, junto con las medicinas externas que me iban llegando (tambor, cuenco tibetano, maracas, plumas de limpieza de aura, diapasón, aromas,…), que aparecieron según me fui abriendo más y más a esto de ser mujer medicina de la senda del Sanador: la senda al servicio de la curación de las heridas del caminar por esta vida.
El Masaje chamánico es un viaje de Presencia, desde la piel, el olfato y el oído, hacia tu interior, tus benditas sensaciones, vísceras, órganos, músculos, la sangre que nutre y limpia. Es una entrega a la experiencia del tacto, el sonido, el soplido,…. Es una invitación a sentirte y expandirte en tu sentir, a abrirte al amor sanador, dejando la mente por un rato en descanso
El masaje chamánico es una medicina del cuerpo y el alma; te libera del peso, la tensión y el dolor de tu cuerpo. Te invita a disfrutar de cada respiración, a relajarte y gozar del tacto profundo o sutil, del sonido y de los silencios.. Es una invitación al desahogo, al suspiro, al desprendimiento, a soltar en laexhalación, el suspiro, el llanto o la risa… todo lo que te hace daño u oprime. Invitación a tomar toda la energía del elemento Aire al inspirar.
Por parte de quien recibe la sanación chamánica cabe la entrega y un colocarse en tomar la bendición del sostén incondicional de la Madre Tierra… no en vano trabajo literalmente en el suelo, con un futón de masaje. Con la conciencia de estar bajo la energía cálida, luminosa, eléctrica y penetrante del Padre Sol.
El masaje chamánico es un viaje a ti mism@ entre mundos, los que todo chamán conoce por experiencia propia. Por esos senderos entre lo concreto y lo sutil te acompaño con mis manos amables, fuertes, maternas, que junto con los soplidos y la música limpian tus chakras, tu aura, y te ayudan a sacar tu mejor brillo: ser tú mism@ y vaciarte de sin sentidos.